Ante un pecho tan maravillosamente perfecto, a uno sólo se le puede poner la mente erecta y pensar en placeres carnales. Y en tocar; y en morder; y en lamer y ser lamido; y en oler y absorber la fragancia de una piel juvenil y suave. Eyacular fantasías también libera, y ayuda en parte a hacerlas realidad...
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2 comentaris:
La referencia a la "mente erecta" es un hallazgo. El diálogo entre la fotografía, el texto y el video, una intersección deliciosa. Un abrazo enguantado.
Gracias, Perséfone. Si le añadimos un guante a lo Gilda como el que llevas, le ponemos la guinda al pastel
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