En la comunicación interpersonal, la intención del emisor puede diferir mucho de la percepción que quiera darle el receptor. Y las percepciones entre distintos receptores pueden ser diametralmente opuestas. Y no sé ni la intención que tuvo en su día el fotógrafo, ni la que tendréis el resto al ver esta imagen. Pero a mí me parece maravillosa. Por pura estética. Por lo que desprende. Y por cuestiones más obviamente anatómicas. Y cada cerebro que le dé el grado de perversidad que prefiera...
dilluns, 4 d’octubre del 2010
Musas anónimas 61 y 62
En la comunicación interpersonal, la intención del emisor puede diferir mucho de la percepción que quiera darle el receptor. Y las percepciones entre distintos receptores pueden ser diametralmente opuestas. Y no sé ni la intención que tuvo en su día el fotógrafo, ni la que tendréis el resto al ver esta imagen. Pero a mí me parece maravillosa. Por pura estética. Por lo que desprende. Y por cuestiones más obviamente anatómicas. Y cada cerebro que le dé el grado de perversidad que prefiera...
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2 comentaris:
A mi... me resulta deliciosa...
Compartiríamos la delicia, Nhereyda...
bienvenida
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